Mupis
El Ayuntamiento está sustituyendo los 2.000 mupis (Mueble Urbano para la Presentación de Información) de la ciudad. Deberíamos preguntarnos cuál es el coste y la utilidad de estos muebles (excluyo los servicios, obviamente necesarios).
En cuanto a lo primero, el Ayuntamiento afirma que tienen un coste cero, ya que se financian por explotación publicitaria. Sin embargo, eso se refiere únicamente a su valor monetario pero no al coste que tiene para el medioambiente. ¿Cuánto contamina fabricar 2.000 mupis nuevos y retirar los antiguos? (Y eso si queremos creernos que los antiguos realmente se van a reciclar...)
En cuanto a su utilidad, nos dicen que algunos disponen de wifi, bluetooth y depósito para recogida de pilas. Pero todo eso se podría instalar en las paradas de autobus, que ya hay por toda la ciudad.
Para mí está claro cuál es el fin último y primordial de los mupis: servir de soporte publicitario. Por eso los nuevos contenedores para vidrio son mucho más grandes que los habituales que hay en todas las calles, para poder ofrecer un mayor espacio a la publicidad. Es decir, una vez más, entregamos el espacio público al consumismo por unos pocos euros. Vale, digamos que al Ayuntamiento le vienen muy bien 13 millones de euros anuales y que esto revertirá en beneficio de todos. Entonces, ¿dónde ponemos el límite? Si tan necesarios son esos 13 millones de euros, ¿por qué no instalamos 20.000 mupis en lugar de sólo 2.000 y así sacamos 130 millones? Supongamos que una empresa propone al Ayuntamiento, a cambio de una suma fabulosa, instalar alrededor de la Cibeles un faldón de pantallas led con publicidad. Probablemente a la mayoría nos parecería un horror, incluso aunque supusiera un ingreso estupendo para las arcas municipales. Ahora imaginemos que esa empresa, a cambio de la publicidad y tocando sabiamente nuestra fibra sensiblera de cara a las navidades, financia la construcción de un albergue para mil refugiados sirios. Quizá entonces no nos parecería tan mal. Así que ahí está la duda: ¿dónde ponemos el límite?
Hay una famosa anécdota, atribuida a distintos personajes: un caballero pregunta a una señorita si se acostaría con él por un millón de dólares. “Por supuesto”, responde ella. “¿Y por un dólar? “, aventura él. “¡¿Por un dólar?! ¡¿Pero qué se cree usted que soy?!” “Lo que usted es ya ha quedado claro, ahora estamos negociando el precio”.
Pues eso, ya está claro lo que somos, ahora estamos debatiendo por cuántos euros vendemos las calles de nuestra ciudad a las empresas instaladoras de mupis.
Da la sensación de que el único criterio para colocar el nuevo mobiliario urbano es el del rendimiento económico. No se ha estudiado su utilidad ni si su ubicación es la adecuada. Se han instalado por ejemplo elementos con recogedores de pilas a menos de 5 metros de paradas de autobús con este servicio. Lo mismo ocurre con numerosos contenedores de vidrio que además llegan a ocupar el 50% de la acera. ¿Realmente es necesaria esta duplicidad? ¿ No se puede analizar lo que ya existe y ver qué zonas están desatendidas aunque haya menos rentabiliadad por publicidad? ¿Algún técnico ha supervisado la instalación o ha sido la empresa adjudicataria la que define las ubicaciones? ¿Y la Comisión de Calidad Urbana de la Ciudad de Madrid qué opina? especialmente en el distrito Centro...
Mientras se queden fuera de la circulación peatonal (adheridos a las fachadas) sin entorpecer el deambular de Transeúntes, no tendremos que perder el tiempo en discusiones estériles: ahí esta "the bone of contention" obviamente, pues resulta claramente Tasable cada una de las superficies ocupadas (y los precios que por su parte añadirán las correspondientes Comunidades vecinales) sin olvidar por ejemplo a los cajeros automáticos de los Bancos y Cajas.
Hola, OldtimerGent, gracias por participar en el debate. Efectivamente, si estuvieran adheridos a las fachadas quizá los mupis tendrían un pase, pero la realidad es que no lo están. En cuanto a si la discusión es estéril eso ya depende de cada cual el provecho que le pueda sacar (pero sí, yo también pienso que esta página hoy por hoy no sirve para nada).
Me parece totalmente innecesario cambiar de mobiliario porque sí, ejemplo: mupis, luces de navidad...Estoy segura, por mucho que digan que al final nos cuesta dinero a los contribuyentes. ¿Por qué no pueden poner los mismos adornos navideños del año anterior?
Mi opinión es que se deberían utilizar materiales lo más duraderos posibles, y no cambiar el mobiliario urbano salvo por deterioro. Me parece inadmisible esta política de usar y tirar. Lo mismo se puede aplicar a farolas, papeleras, etc, que muchas veces se han cambiado para favorecer a algún amiguete, porque si no, no se entiende el motivo...
Hola, Jaimomo, gracias por participar en el debate. Estoy de acuerdo contigo en que algunas cosas deberían hacerse más duraderas y no sucumbir a esta locura consumista de usar y tirar con la que nos estamos cargando el planeta, incluidos nosotros. Pero en realidad yo en este debate pretendía ir un poco más allá: ¿es necesario todo el mobiliario urbano o mucho de él es sólo una excusa para poner publicidad y además una manera de vender el espacio público, que es de todos, a las empresas de publicidad?
Bueno, tienes razón, habría que encontrar un equilibrio, porque la publicidad sirve para financiar al ayuntamiento, lo cual nos beneficia a tod@s l@s madrileños, pero también afea la ciudad e incita al consumo desmedido... A la larga, la única solución para el planeta es el decrecimiento sostenible y el abandono de la sociedad de consumo salvaje que tenemos ahora... ¡Saludos!
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Creado el 15/11/2016 21:15
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