Defensa de nuestra autonomía fiscal y universitaria.

Muy queridisimos todos,

Desde los últimos años, varios representantes de distintos territorios de España están tratando de ningunear y menguar los recursos de Madrid, tanto ciudad como Comunidad Autónoma. Generalmente, los aspectos más sonantes versan sobre nuestra fiscalidad y sistema de selectividad antes de acceder a las universidades. Entiendo que un modelo funcional y exitoso como el nuestro levante resquicios y envidioso respecto a otros modelos fracasados. No obstante, los madrileños debemos decir ¡basta! Porque sino corremos el riesgo de que nos coman la tostada. 

Desde un punto de vista jurídico ya de por sí estamos respaldados, pues así resulta de los artículos 26 y 51, y siguientes de el Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid (todo bajo la salvaguardia de la Constitución Española de 1978, respecto los artículos 148 y 149).

Concretamente, en las Disposiciones Adicionales del Estatuto, se advierte que los madrileños tenemos materias sobre estos tributos: Impuesto sobre la renta de personas físicas; impuesto sobre el patrimonio; impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados; impuestos sobre sucesiones y donaciones. 

Al igual que ocurre con la propia selectividad. Cada Comunidad autónoma es competente pero resulta que la más compleja con diferencia es la madrileña. Es tremendamente injusto como estudiantes de otros territorios cuya selectividad es más fácil pueden quitar la plaza a una madrileño, en una universidad de Madrid, como la Complutense o Autónoma. Por este motivo, Madrid debería reforzar este sistema de chiste de competencias en educación, pues así nos ampara las fuentes de derecho arriba reseñadas. 

Cómo podemos observar se actúa de la propia legalidad en sí. Con este elenco de herramientas jurídicas, el ayuntamiento (todos los que forman Madrid) y la CAM como ente jurídico, deben de desarrollar leyes, reglamentos y ordenanzas para evitar a toda costa que otras entidades regionalistas y el gobierno central se entrometan en nuestro desarrollo social y financiero, y así blindar nuestro modelo de éxito.