Se trata de que los propietarios de estas mascostas paguen los gastos precisos inherentes a su tenencia, por ejemplo, las bolsas para excrementos, los recintos en los parques, etcétera. Otra medida a incluir es el control por adn para multar todos aquellos propietarios que abandonen sus excrementos u orines. También un control adecuado en el uso de la correa y el bozal, especialmente en perros peligrosos. En fin, todas aquellas cuestiones relacionadas . El resto de ciudadanos no deben de pagar ni soportar los inconvenientes de estas mascotas, que al fin y al cabo, no dejan de ser un capricho.
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