El modelo San Francisco

Félix, tienes razón. Pero hay que regular esa actividad como están reguladas todas las empresas que generan actividad para ganar dinero y no les permiten que contaminen ni esclavos en a sus trabajadores. Los pisos turísticos gestionados por empresas de capital riesgo sin control están arruinando la convivencia vecinal, expulsando los residentes y haciendo surgir una burbuja de carestía de alquileres que hay que poner coto. Esas empresas tienen sus sedes lejos y les importa un pimiento el paisaje que dejen. Hay que pararlas con argumentos y coraje. El turismo no debe ser la única fuente de ingresos de un país, porque, ¿qué pasará cuando nuestros competidores, países en guerras, vuelvan a contar con la confianza de los turistas europeos? ¿nos comemos los pisos turísticos y sus consecuencias?

También hay particulares que, teniendo otra casa en la que vivir, alquilan una vivienda completa sin tener mucho en cuenta que los vecinos somos los que sufrimos las molestias, por todos ya conocidas, con la diferencia de que nosotros sólo tenemos una casa, la que habitamos cada día.

Se me ocurre hacer un debate público sobre esto. Encontrarnos para hablar del tema y ver como se puede traslada alguna de estas prácticas a nuestro entorno. ¿Buscamos un sitio?

Las necesidades básicas deben estar primero, por eso la vivienda deberá siempre ser protegido frente al turismo. San Francisco y otras ciudades que están legislando contra el turismo depredador son un ejemplo a seguir.

Todo lo que sea separar tratamiento a particulares que alquilan una casa o habitación de empresas es positivo.Es verdad que hay gente que alquilando alguna vez consiguen llegar a fin de mes y eso no se puede tratar igual que a empresas compra edificios.

Parece una buena solución. Lo importante es dejar fuera el abuso de las grandes empresas. El hecho de que el dueño el inmueble habite en el alojamiento que se alquila hace una selección más cuidada de los turistas que recibe, y por tanto no tiene por qué afectar negativamente a la convivencia en el edificio ni el barrio. Es uno de los puntos fuertes, en mi opinión.