En la “Plaza de los Arcos” de la Avenida de la Ilustración, uno de los lugares más emblemáticos del distrito, la imagen se repite una y otra vez.
Los pilares de hormigón, que quién sabe para qué fin fueron colocados en varias plazas cuando se construyo la avenida, se van cubriendo de capas y capas de anuncios de papel, hasta que, por el enorme espesor alcanzado y por efecto de la lluvia, colapsan.
Los siguientes días el suelo se cubre de una extensa capa de sopa de papel y cola, que ensucia, se pega a los zapatos y genera un hedor poco soportable. Los siguientes meses esa es la imagen de suciedad y dejadez que vivimos día a día sin que el ayuntamiento actúe.
¿Mantener correctamente o demoler los pilares? Cualquiera de las dos soluciones es admisible, continuar como hasta ahora no.
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