No al túnel de Paseo de La Habana

El Ayuntamiento de Madrid ha decidido licitar la construcción de dos macroaparcamientos junto al estadio Santiago Bernabéu, a lo que se une la construcción de un túnel entre las calles Paseo de La Habana y Padre Damián. Me gustaría manifestar mi total oposición a este despropósito. El túnel rompe el tejido urbano justamente en la calle (Pº Habana) con más viviendas y más comercios de la zona. Crea una barrera que aísla la manzana de los pares del resto del barrio, va a suponer el cierre de numerosos comercios, la pérdida de los carriles de aparcamiento en línea, más tráfico, más ruido, más contaminación, más riesgos para la seguridad vial porque han proyectado una rampa de un 16% de pendiente cuando esa inclinación es únicamente válida para entradas a aparcamientos, no a túneles, y para más inri, la boca por Pº Habana no tiene apenas distancia de parada con respecto al semáforo que se situará en la salida, de modo que con una pendiente así y el modo de conducir de esta ciudad, están garantizados los accidentes y los atropellos.

Esta reforma es una vergüenza. No cuenta con estudio de impacto ambiental, no han hecho un estudio de tráfico digno de tal nombre porque el que hay no contempla los grandes eventos masivos, no hay ninguna motivación en la memoria del proyecto, y, por si fuera poco, no han elaborado un plan especial que legitime esta actuación, cuando es obligatorio hacerlo (art. 7.5.20.1 párrafo segundo de las Normas Urbanísticas del PGOU de Madrid). Van a destrozar una calle en la que ese túnel sencillamente no cabe, es inviable, devaluando por cierto las viviendas de toda la calle. Estoy absolutamente indignado con el ayuntamiento y especialmente con el alcalde y el concejal Borja Carabante. No son dignos representantes, han cedido a los intereses del Real Madrid y, más concretamente, de Florentino Pérez, pero con unas consecuencias permanentes e irreversibles para los demás. Es una vergüenza el regalo que este consistorio va a realizar, si los tribunales no lo impiden, al Real Madrid.

Y no, esto nada tiene que ver con el fútbol ni con el deporte, sino con el negociazo que esta ciudad le va a regalar a un club deportivo privado pisoteando los intereses generales de la ciudad y el bienestar de los vecinos en particular.

Por cierto, ya verán, ya, cuando después de un evento cualquiera en el Bernabéu salgan cerca de dos mil coches simultáneamente. La Castellana, que es la principal arteria de la ciudad, va a sufrir unos atascos aún más bestiales, y la gente que aparque en la ratonera que van a construir va a tener que esperar lo que no se imaginan hasta poder salir de ese agujero. Ah, pero es sostenible, como dice la web de las obras del estadio, porque van a poner una electrolinera.

En cualquier ciudad civilizada del mundo, si un estadio está en un entorno urbano, se corta el tráfico salvo para los residentes de esa zona, se impide que la gente utilice su vehículo privado en las inmediaciones de un estadio de miles de espectadores de aforo y se fomenta y refuerza el transporte público. Aquí no, aquí se fomenta el coche, una y otra vez, y no importa nada la calidad de vida de los vecinos de una zona ya tensionada por el estadio y las obras eternas que llevamos sufriendo desde 2019. Ahora nos regalan otros dos años de obras insoportables para dejarnos un estercolero contaminado como legado del señor alcalde Martínez Almeida.

Que les quede claro a los responsables de este despropósito que muchos vecinos no vamos a conformarnos con esta agresión a nuestras calles y nuestras vidas y que ahora empezaremos, aunque no tengo ninguna esperanza, con el turno de los tribunales.

El proceder del Ayuntamiento (¿o deberíamos decir Hay Untamiento?) ha sido vergonzoso, pues ha actuado sin ninguna transparencia, de espaldas totalmente a los ciudadanos. Sacaron a información pública un estudio de viabilidad (de parte) al que no dieron absolutamente ninguna publicidad. Pero miren cómo cuando quieren dan a conocer las iniciativas y hacen publicidad institucional. Con esto no, aquí actuaron siempre de espaldas a los ciudadanos y de una manera que está muy lejos de lo que debe ser la actuación de un buen gobernante. Porque un buen gobernante, cuando tiene ante sí una propuesta que va a transformar en profundidad y con consecuencias irreversibles una parte de la ciudad, abre un debate con la ciudadanía a través de una exposición al público y la recepción de aportaciones e ideas, y en base a ello se decide qué será más beneficioso para la ciudad. Aquí no, aquí se ha actuado como en la época de Arias Navarro y se han copiado los argumentos que sirvieron para construir el scalextric de Atocha. La diferencia es que aquella estructura horrible se pudo desmontar. Lo que hagan aquí, no.

Pero sí, señor alcalde y señor Carabante, son ustedes clavaditos, en todo, a Carlos Arias Navarro.