Por una ciudad sin bolsas de plástico

El plástico es un material cuyo uso ha crecido exponencialmente en las últimas décadas debido a sus cualidades, como flexibilidad, resistencia y durabilidad; y a su bajo coste, que ha permitido usarlo en todos los ámbitos imaginables. Sin embargo, la actual situación de consumo descontrolado ha dado lugar a un problema medioambiental de enorme impacto, que nos afecta a todos. Además de lo desagradable de encontrar basura en zonas verdes o por las calles, existe un problema mucho mayor, como es la contaminación de los océanos, que albergan en la actualidad unos 8 millones de toneladas de basura plástica repartidos por todo el mundo, una escalofriante cifra que se ha alcanzado en unos pocos años. El 50% de los plásticos que llegan a los procesos de gestión de residuos no se reciclan, sino que acaban en vertederos (donde una bolsa de plástico tardará unos 50 años en descomponerse), desde donde pueden acabar fácilmente en el mar debido a los cursos de agua que los atraviesan. Las principales consecuencias de este problema son las siguientes:

• Mortalidad de las especies marinas por intoxicación o asfixia, con la consecuente pérdida de biodiversidad, extinción de especies e impacto en la pesca. 
• Infiltración de microplásticos (pequeños fragmentos de menos de 5mm) en la cadena trófica. Estos microplásticos llegan hasta nuestro plato al haber sido ingeridos por peces consumidos por el ser humano. Aún no están claras las consecuencias que esto puede acarrear para la salud humana. 
• Impacto económico: pérdida masiva de stock en la pesca y decaímiento de las zonas turísticas de costa por la basura acumulada en las playas. 

Por todo ello, además de concienciar a la ciudadanía en la cultura del reciclaje y de fomentar el uso de elementos perdurables (como bolsas de tela, y botellas reutilizables), se considera imprescindible que los plásticos de un sólo uso vayan desapareciendo progresivamente de nuestras vidas. Se propone:

• La prohibición de las bolsas de plástico en todo tipo de comercios y su sustitución por alternativas sostenibles como bolsas de papel reciclado. 
• Ante la creciente cultura del "take away": la prohibición de otros plásticos de un sólo uso como cubiertos y vasos y su sustitución por otras alternativas como cubiertos de bambú y vasos de bioplástico o papel encerado. 

Una ciudad que mira al futuro, que sigue los avances de Europa, que mira por el bien de sus ciudadanos, una ciudad como Madrid, es una ciudad que debe irremediablemente avanzar hacia un futuro más sostenible y más para todos. Dar el paso hacia una ciudad sin plásticos es el camino.