¿SOPLADORAS? NO GRACIAS
La sopladoras son máquinas realmente infernales: levantan el polvo y lo ponen en suspensión con grave perjuicio para personas sensibles y con afecciones respiratorias; además, pese a que una parte se pueda recoger, es cambiar la porquería de sitio más que limpiarla y, por último, su ruido es un molestísimo foco de contaminación acústica.
Para los ciudadanos y ciudadanas que tenemos que soportarlas son de las peores cosas de esta ciudad, y qué decir para las personas que tienen que manejarlas, que han de ir cubiertas de medidas de protección personal, por lo que no parece que sea una maquinaria muy benigna, ciertamente.
En su lugar, barrer las calles y/o baldearlas hace que las tareas de limpieza sean menos agresivas con la ciudadanía y aumenta la cantidad necesaria de trabajadores y trabajadoras para realizar dichas tareas, lo cual se traduce en empleo...
Por fin veo más gente que opina como yo!! Las barredoras son la antítesis del progreso. Es inadmisible un adelanto que emite un ruido infernal. Y luego ponemos trabas a los coches por pitar en la ciudad... Si hay que volver a la escoba, pues se vuelve. Pero ya os digo yo que en ese momento inventarían la "barredora silenciosa", eléctrica o con tecnologías novedosas. Pero para eso hay que plantarse y decir "no vamos a comprar más barredoras que supen los xx dbs de ruido". Y punto.
Qué bien, han abierto otro debate en el que coincidimos en nuestro planteamiento: https://decide.madrid.es/debates/1630 Ojalá haya muchas personas que se suman a los debates sobre sopladoras y consigamos eliminar su uso. Por supuesto, mi voto positivo para ese debate.
Las sopladoras mecánicas son una herramienta de jardinería, indicada para el agrupamiento de hojarasca y hojas. No es un herramienta adecuada para aceras y calzadas, donde los residuos proceden del pulverizado de grasas y metales que producen el tráfico de los coches y de los RSU. Estos residuos que tienen cierta toxicidad, se ponen en suspensión mediante la utilización de estas herramientas y son respirados principalmente por los peatones, los ciclistas y los inquilinos de viviendas en plantas bajas y semisótano. Por otro lado, contribuyen a la contaminación acústica, a la dependencia de los combustibles fósiles y al aumento de las emisiones de CO2. Su uso es de naturaleza agresiva y ahonda en el mal entendimiento del uso del espacio público.
Y además ensucian cuando supuestamente están limpiando: levantan una gran cantidad de porquería que después de un rato cae de nuevo depositándose encima de todo lo que se encuentra. Una hipocresía, en suma. Y no digamos nada de cómo dejan los vehículos que están correctamente aparcados y recién lavados o los negocios o portales aledaños. De la contaminación acústica ya hay varios comentarios, y hasta del problema microecológico.
Además los que vivimos en plantas inferiores (bajos y primeras plantas), tenemos que prevenirnos y cerrar a cal y canto las ventanas porque se nos llena todo de polen/polvo/etc... Eso por no hablar de la porquería que se queda en el alféizar de las ventanas.
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Creado el 07/09/2015 08:55
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